28 may 2011

¿Y ahora qué le digo yo a mis hijos?



Dicen que para afirmar algo debes creer en ello, pues si no nunca tendrás credibilidad: a ver cómo le explico yo a mis hijos que la policía está para defender a las personas buenas.

De momento, para estar en paz conmigo mismo, he firmado pidiendo la dimisión del (Sr.) Puig.

Las infusiones pueden ser peligrosas para los bebés (II)



Hace unos días hablamos de lo peligrosas que pueden llegar a ser las infusiones para los bebés, ya que se desconoce la dosificación e incluso los efectos que pueden llegar a tener (además de otras razones).

Para solucionar el tema de las dosis algunas casas comerciales cuentan con infusiones instantáneas para bebés que vienen preparadas para mezclarlas con agua cuya misión es la de ayudar en la digestión o el sueño de los pequeños.

Es cierto que el problema de la dosificación se resuelve, sin embargo estas infusiones no se recomiendan pues son en esencia azúcar y poco más.

Si miramos la composición de estos preparados vemos que aproximadamente el 92% de su contenido es dextrosa, que es glucosa en polvo o en otras palabras, azúcar. Es decir, que la mayor parte de los preparados es azúcar, y “a precio de oro”.

Hagamos algunos cálculos:

La recomendación para la preparación de estas infusiones es la siguiente:
  • 0 a 2 meses: 2,5g en 50 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.


  • 2-6 meses: 5g en 50 a 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.


  • 6-12 meses: 10g en 100 ml de agua, máximo 3 tomas diarias.


Suponiendo que al bebé se le ofrecen las 3 tomas diarias, un bebé de 0 a 2 meses estará tomando 150 ml de agua al día que contienen 7,5g de infusión, de los cuales 6,9g son azúcar.

Casi 7 gramos son prácticamente dos terrones de azúcar. ¿Qué sentido tiene que un bebé de menos de dos meses tome dos terrones de azúcar al día? Ninguno, por supuesto.

Un bebé de 2 a 6 meses tomará 13,8g al día (y entre 150 y 300 ml de agua) y uno de 6 a 12 meses estará tomando 27,6g de azúcar diario con 300 ml de agua.

Como hemos dicho más arriba, dar agua a los bebés hace que se les llene el estómago de algo que no es leche y esto va en detrimento de su nutrición.

Para que veáis la relevancia que esto puede llegar a tener pensad en lo importante que es, al preparar la leche artificial, que la cantidad de agua sea 30 ml por cazo. Ni 35, ni 50. Tienen que ser 30 para que la mezcla sea adecuada y no tomen más agua de la necesaria.

Si además estamos hablando de que la infusión se acaba convirtiendo en agua azucarada, peor que peor. El azúcar contiene calorías vacías (no aportan ningún nutriente) y provoca caries severas.

Hace años que se desterró la costumbre de mojar el chupete en cosas dulces para evitar caries y no interferir en la alimentación de los bebés, por ello cuesta creer que este tipo de infusiones sigan en el mercado.

Si una madre le diera a su hijo, durante un año, la cantidad que se recomienda en la etiqueta tomaría nada menos que 7,038 kg de azúcar. Teniendo en cuenta que no la necesitan para nada, 7 kg de azúcar en un año es “un poco demasiado”, como lo es el precio de semejante cantidad de azúcar (más de 300 euros).

Si realmente una madre quiere dar infusiones a su hijo (pese a que no las necesita y que, como dijimos en la entrada anterior, son peligrosas), mejor que compre infusiones normales y las haga sin azúcar.

Si lo que quiere es darle azúcar (que tampoco necesita), mejor que compre azúcar normal, que unos 7 kg de azúcar cuestan unos 7 euros.

Más información: Guía de Lactancia Materna para profesionales de la AEP (pág. 402), IHAN (pág. 21), Lactancia y Pediatría La Plata

Publicado originalmente en Bebés y más.